HORAS ANTES DEL GRITO



Por Alfredo Sánchez




El pasado 15 de septiembre de este año tomé la decisión de darme una vuelta por el Zócalo para observar el controvertido evento, “El grito de Independencia”.

Las únicas vías de acceso eran el metro Bellas Artes y Pino Suarez, ya que las estaciones del metro Allende y Zócalo se encontraban cerradas.
Tome la decisión de bajarme en la estación de metro Bellas Artes y desde hay caminar hacia la plancha del Zócalo, caminé y el ambiente era sumamente tranquilo, sin mucha gente, pero tampoco desierto, se empezaba a vislumbrar un gran ambiente de fiesta; a esa hora, aproximadamente las dos de la tarde, los vendedores ambulantes comenzaban a apoderarse de las banquetas.
Crayones tricolores para pintar la cara se encontraban desde 5 hasta 10 pesos, sombreros llenos de diamantina, espumas para la gran verbena en 10 pesos, y una gran cantidad de souvenirs que se podían adquirir antes de llegar a la plancha.

Una cuadra antes de llegar a la plancha, las medidas de seguridad pudieron observar, en todos los accesos a la plancha, se observaban grandes carpas con detectores de metal, en realidad no se que tan efectivas fueron esas medidas.
Continué caminando y finalmente me encontraba en la gran plancha de nuestra ciudad, fue en ese momento cuando comencé a observar a cientos, o al paso de las horas tal vez miles de personas con pancartas a favor de Andrés Manuel López Obrador.
Después de estar caminando y observando la situación llegue a uno de los dos escenarios colocados el uno a al lado del otro por parte del gobierno del Distrito Federal, en los cuales se presentaron varios músicos y bailarines, desde mariachi, sones e inclusive marimba.
Tras un rato de deleitarme con la música, mejor dicho de ensordecerme, ya que parecía una guerra de sonido, por un lado de la plancha teníamos el escenario del Gobierno del Distrito Federal, y por el otro, el escenario al lado de Palacio Nacional; decidí caminar para seguir observando lo que pasaba.
Logré llegar a la tan sonada valla, en la que se dividía al pueblo del poder, hay era donde la situación parecía mas tensa, debido a que los seguidores de la Convención Nacional Democrática, tenían una gran cantidad de mantas, pancartas y letreros en contra de Felipe Calderón, también de esos cientos de soldados vestidos de civil que no hacían nada, y en apoyo a la Convención.
El tiempo pasaba y el cansancio se apoderaba de mi, fue por eso que después de haber dado varias vueltas a la plancha, y de estar tomando fotografías, decidí regresar a casa, esto por la misma ruta: caminar hacia Bellas Artes.
Al terminar al día, juntos pero no revueltos, Felipe Calderón dio su primer “grito” como presidente de México, Marcelo Ebrard dio un mensaje y abrió las puertas al pueblo de las oficinas de gobierno, y Rosario Ibarra encabezó el “grito” de la Convención Nacional Democrática.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

interesante y descriptiva narracion, objetiva y al mismo tiempo reveladora de tu punto de vista respecto a tu riquesa cultural como tu vision cosmopolita de los probelmas sociales por los que atraviesa tu pais y que mas especificamente se pueden palpar en tu ciudad. un abrazo amiguito se te aprecia desde la lejania!!