Ahora sí, ya el lunes me meto al gym

Si ya decidiste acercarte al gimnasio, debes verificar que cumpla con requisitos indispensables para que puedas lograr tus objetivos sin riesgos









Día a día nos enfrentamos a una serie de mensajes, encendemos el televisor y observamos infinidad de comerciales de productos “light”, cremas, pastillas o aparatos para bajar de peso o reducir algunas tallas, e incluso vemos series o programas cargados de protagonistas con cuerpos esculturales, hombres musculosos y mujeres con curvas exageradas. Sin embargo, no es malo querer estar dentro de nuestro peso indicado o mantener la línea, al contrario, trae grandes beneficios a la salud y al bienestar integral de las personas.
La necesidad de llegar a tener un cuerpo hermoso orilla a los chavos a acercarse a los gimnasios, pero si exageras pueden llegar a ser dañinos, todo depende de cómo los manejes y la asesoría que tengas. Para conocer un poco más sobre cómo se debe de trabajar en los gimnasios, tva.com.mx tuvo una plática con René Miranda, gerente general de Urban Fitness.
Si ya decidiste acercarte al gimnasio, debes verificar que cumpla con requisitos indispensables, como la cercanía de tu casa, escuela o lugar de trabajo; buscar que la gente que trabaja en el gimnasio esté verdaderamente capacitada, además de que tenga equipamiento suficiente y calidad en las instalaciones, como ventilación e higiene.
La mejor edad para comenzar a hacer ejercicio es a los 18 años, edad en la que las articulaciones han llegado a su máximo de crecimiento y tus huesos han alcanzado una calcificación suficiente; de esta manera, las pesas o el ejercicio excesivo no van a detener tu crecimiento tanto óseo, como muscular.
Se debe tener cuidado con las rutinas mal planeadas o la ingesta de sustancias que desarrollen el volumen muscular, pues pueden traerte grandes problemas.
También debes tener cuidado con el trastorno de la vigorexia, presente principalmente en jóvenes que inician una vida deportiva; en ella se observa una obsesión y excesiva preocupación por una buena imagen física, este trastorno puede manifestarse con la realización constante de actividad física y deportiva.
Con la vigorexia también se acarrean problemas de alimentación, ya que es común observar en los gimnasios a gente consumiendo batidos o licuados de proteínas y carbohidratos, y por otro lado buscan reducir la cantidad de lípidos, aumentando las alteraciones metabólicas.
Con el trastorno de la vigorexia surge la necesidad de tomar esteroides anabólicos, las cuales son sustancias sintéticas hechas a base de hormonas sexuales que desarrollan el crecimiento de los músculos y mejoran el rendimiento deportivo, es lo que se denomina el efecto anabólico, y también desarrolla características sexuales masculinas.
Así como algunos afirman que el uso correcto de los esteroides anabólicos es benéfico, su abuso o mal empleo puede traer consigo problemas como la reducción testicular, calvicie, desarrollo de pechos, proceso de masculinización, crecimiento del clítoris, ataques al corazón e infartos, etcétera.
Lo mejor es que te acerques a un experto y que trates de elegir el gimnasio más completo en todos sentidos; siempre ten el consejo, apoyo y revisión de un médico y no caigas en el consumo de sustancias.
Haz deporte y cuida tu salud.



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